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Consejos para el baño perfecto de tu bebé

por Algodones, cosas de guaguas en October 06, 2021

 

Jabón, espuma, agua tibia. Sea para empezar o finalizar el día, el momento del baño es una instancia de relajo que tanto tú como tu bebé deben disfrutar. Lejos de servir únicamente para la rutina de limpieza, los baños fomentan el apego y la estimulación de los sentidos a través del contacto con el agua.

 

Crear una instancia segura y relajante puede ser posible siguiendo algunos consejos que, con amor, ternura y confianza, te ayudarán a dar el baño perfecto a tu bebé.

 

 

  1. Dejar todo preparado antes de empezar.

Toalla, pijama o ropa de vestir, crema o aceite para humectar, pañal, crema para el potito. Todo aquello que vayas a necesitar luego de que saques a tu bebé del agua, debe quedar listo antes de empezar el baño. Así te aseguras de no dejarlo solo en ningún momento, y que no se vaya a enfriar.

 

  1. Lejos de las corrientes de aire

Antes de comenzar el baño, asegúrate que donde vayas a bañar a tu bebé no haya corrientes de aire que puedan cambiar bruscamente la temperatura ambiente.

 

  1. Tomar la temperatura del agua

La sensación térmica es distinta para cada uno, es por esto que hay que asegurar, con la ayuda de un termómetro de agua, que la temperatura del agua esté entre unos 37 a 38 grados.

 

  1. Antes de meter a la tina, limpiar zona del pañal.

Antes de empezar el baño y meter al bebé en la tina, hay que lavarle aparte sus genitales. En el lavamanos por ejemplo, puedes limpiar y remover la caca y/o el pipí que haya quedado luego de sacarle su pañal. De esta forma, te aseguras de que al momento de meterlo a la tina, el agua siga limpia para empezar el baño.

 

  1. Agarre seguro

Con confianza y seguridad. Para bañar al bebé, por muy pequeñito que éste sea, hay que tomarlo procurando que quede firme. Asegúrate que su cuello y cabeza queden siempre en la superficie.  

 

  1. Siempre primero la carita, último los genitales.

Con el fin de evitar que entre agua sucia o con jabón a los ojos y boca, lo primero que hay que hacer es lavar su cara sólo con agua. Luego, puedes ir bajando por el cuerpo: cuello, guatita, piernas, pies y al final los genitales.

 

  1. No utilizar tantos químicos

La piel de todo bebé se caracteriza por ser altamente sensible. Por esto, hay que cuidarla del exceso de químicos que finalmente la pueden resecar e irritar. En este sentido, los jabones y champú hipoalergénicos, con la menor cantidad de químicos y especializados para bebés, son lo ideal. Olvidarse de los aromas fuertes y/o favoritos, lo importante es el cuidado de su piel.

 

  1. Jamás dejarlo solo.

Si algo se te olvidó o el jabón o champú quedaron lejos de tu alcance, no importa. Jamás hay que dejar solo al bebé. Los riesgos de que se resbale y quede bajo el agua son altos. Hay que resguardar la seguridad ante todo.

 

  1. No utilizar cotonitos.

A pesar de su uso masivo, los cotonitos no son recomendados por los especialistas porque pueden dañar el tímpano del bebé y también de los niños y niñas.

Para limpiar las orejas, se recomienda utilizar una toalla limpia o papel higiénico.

 

  1. Tinas firmes

Al escoger una tina, elige una que sea firme y cuente con la certificación de seguridad correspondiente. Si tienes poco espacio, hay tinas plegables que cumplen con todos los requisitos.

 

  1. Mallas o soportes para recién nacidos

Para los recién nacidos y durante los primeros meses, es posible ayudarse con mallas que sujetarán al bebé mientras lo bañas. Éstas se tienen que dejar de usar cuando el bebé ya se logre sentar solo y/o cuando se sepa girar por sí mismo.

 

Las mallas o soportes son específicas para ciertos modelos de tina, no todas sirven para cualquier tina, por lo que siempre hay que asegurarse que éstas queden firmes. Recordar que incluso al estar usando estos soportes, jamás hay que dejar solo al bebé.

 

  1. Limpieza de la tina.

Para terminar, luego de haber vestido y/o acostado a tu bebé, recuerda enjuagar bien la tina para sacar todo residuo de jabón y suciedad. Asegúrate que quede en una posición donde se logre secar para evitar que salgan hongos.

 

 

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